Aprender a dibujar para tatuar

Elementos y técnicas para dibujar y diseñar tus tatuajes

30/7/2021

Es evidente que el tatuaje y el dibujo tienen mucho en común, pero ¿eres consciente de todas las ventajas que supone saber dibujar?

Para saber tatuar tienes que aprender muchas cosas, cómo funciona la piel, cómo dominar las máquinas, qué tipos de agujas existen, cómo son las tintas... Pero dominar el dibujo también debe de estar en tu lista de prioridades; al menos si quieres sacarle el mayor provecho a esta profesión.

Si tienes un talento innato para esto, mucho mejor, porque ya llevas algo de ventaja; pero si sientes que todavía te queda mucho que aprender al respecto, no te preocupes, que nunca es tarde para hacerlo.

Sigue leyendo para enterarte todo lo que debes saber sobre el dibujo y su relación con el tatuaje.

La importancia del dibujo en el tatuaje

Aunque hay profesionales del tatuaje que afirman que se puede tatuar sin tener conocimientos de dibujo, y por más que para algunos estilos no sea estrictamente necesario tenerlos... la realidad es que, saber hacerlo te brinda mayores (y a veces hasta mejores) oportunidades.

Porque sirve tanto para responder a las inquietudes de tus clientes como para destacarte como artista e incluso puede significar un salvavidas durante el proceso de tatuaje.

Si bien siempre existen excepciones, la mayoría de los clientes buscan un diseño creado desde cero o que al menos tenga algunas intervenciones concretas.

Además, a la hora de promocionar tus tatuajes, tener diseños originales propios te pone en el mapa como artista, transmite tu sello personal, te ayuda a distinguirte y ofrecer algo único que no encuentran en ningún otro lado (¡nada de robar diseños de Pinterest!).

Y no solo eso, el dibujo también influye en tu técnica y qué tan capaz eres a la hora de resolver un tatuaje.

Porque, en un mundo ideal, todo sale como uno lo espera, pero en la realidad, los imprevistos ocurren. Y bien podría pasarte que se te borre el stencil a medio tatuaje, por ejemplo... Algo que fácilmente puedes atajar con conocimientos de dibujo.

Más importante aún, a la hora de plasmar volúmenes, sombras, figuras y contrastes, necesitas entenderlo todo sobre proporciones, profundidades, puntos de fuga, comportamiento de la luz y armonía visual.

En definitiva, a menos que quieras dedicarte solo al tatuaje Blackout u ofrecer únicamente diseños sencillos, planos y muy limitados, puedes dejar de leer este artículo.

Pero si lo que quieres es que tu trabajo como profesional del tatuaje sea lo más fructífero y destacado posible, ya sabes que más allá de llegar al final de esta nota, debes continuar aprendiendo y practicando esta habilidad esencial.

¿Por dónde empezar?

Vale, todo muy bonito pero, ¿por dónde empezar? Pues por lo fundamental.

No hace falta tener toda la gama de colores en lápices ni tener los mejores marcadores para ponerse a ello. Solo necesitas tres cosas: tiempo, lápiz y papel.

Puede que algunos crean que para convertirse en experto del tatuaje hay que tener lo último en materiales, un gran escritorio destinado únicamente a ello, un extremo talento innato, etc., etc.

Pero la realidad es que para llegar a tener una impecable habilidad de dibujo, lo único que tienes que hacer es empezar, ¡con lo que tengas! Ya luego habrá tiempo para seguir invirtiendo en lo que creas que haga falta; pero que eso no te frene de comenzar ahora.

¿Tienes hoja y lápiz en casa? ¡Genial!, ya tienes todo lo que necesitas.

¿Aun así, no te atreves a comenzar?, pues igual te conviene mirar un poco hacia adentro... A veces procrastinamos y nos autoimponemos excusas para aplazar algo que en realidad no nos animamos a hacer, por la razón que sea.

Así que, si crees que hace rato estás posponiendo entrenar esta parte de ti como artista, primero tómate un momento para hacer un poco de introspección y analizar qué es lo que está paralizando tu progreso. Te animamos a que sueltes ese miedo y te olvides de la vergüenza. Nadie te juzga más que tú.

Mira, al principio costará más, pero como todo en la vida, con la práctica irás cogiendo ritmo y habilidad. Ten en cuenta que cometer errores es parte del proceso, y es imposible aprender algo sin hacerlo mal a la primera.

Absolutamente todos los expertos se han equivocado una y otra vez en sus comienzos. ¡Nadie nace sabiendo! Todo lo aprendemos a base de repetición. Así que, ¡no desanimes!

Así mismo, puede pasar que un día estés muy inspirado y todo salga fenomenal, y otros días sean simplemente todo lo contrario. Es normal y natural, necesitamos el contraste. Por tanto, no te machaques por eso tampoco.

Lo importante es que empieces y no bajes los brazos a pesar de los desaciertos. Con que cada día practiques un poco, ya puedes asegurarte que pronto estarás por encima de la media... Pero tiempo al tiempo. Recuerda: paciencia y constancia.

¿Qué hacer si te pones en blanco?

Bien, por fin has tomado una hoja, te encuentras con lápiz o bolígrafo en mano, has encontrado la luz ideal y te sientes cómodo, pero… ya van varios minutos, la hoja sigue en blanco y el bloqueo es cada vez mayor.

¡No desesperes! El bloqueo artístico sucede. Y la falta de inspiración es más normal de lo que imaginas.

Si estás pasando por esto, puedes empezar copiando un dibujo, cualquiera, no lo pienses tanto. El primero que viste o se te vino a la mente.

Puedes copiarlo a mano alzada, es decir, simplemente viendo la imagen y tratando de copiarla en tu papel, o si no, puedes calcarlo (solo para practicar, nunca copies o calques el diseño de otro artista para darle un uso, claro está).

Parecerá algo sin sentido y dirás ¿Por qué voy a calcar un dibujo cuando lo que quiero es aprender a hacerlo? Créenos, es útil. Te ayuda a familiarizarte con los diferentes elementos, la estructura, y las proporciones de un diseño.

PRO TIP: empezar por diseños simples que vayan de menos a más te ayudara a sentirte menos abrumado y exigirte menos.

Si eres de esas personas que no acaban algo hasta que no esté perfecto, ven, te abrazamos, sabemos lo que se siente. Pero queremos decirte algo que igual te ayuda a liberar ese peso mental: ¡la perfección no existe! Por más que nos aproximemos, siempre se puede ajustar más, sobre todo en algo tan subjetivo como el arte. Entonces, ¿para qué intentar alcanzar algo que está cada vez más lejos?

Ojo, no decimos que no insistas en hacerlo lo mejor posible. Pero ten en cuenta que hay una delgada línea entre hacer algo extremadamente bien y obsesionarse con que esté perfecto.

¿Qué elementos conforman un diseño de tatuaje?

La línea

Este elemento es uno de los más importantes y utilizados, ya que suelen definir el esqueleto de los diseños. Siendo en algunos estilos más prominentes que en otros.

Su apariencia varía en función del estilo elegido y del gusto del cliente, ya sean más gruesas, más delgadas, o incluso más superficiales, como es el caso del realismo, estilo que no solo las 'esconde', sino que también suele emplear líneas de agua destinadas a desaparecer eventualmente.

Aprender a hacer líneas de la manera más nítida posible es fundamental, ya que son la base de la mayoría de los tatuajes.

El relleno

Este elemento es el que aporta solidez al diseño, y suele estar delimitado por líneas. Se puede utilizar tanto el negro como otros colores y su acabado puede ser intenso o más sutil, dependiendo, nuevamente, del estilo y las preferencias estéticas.

Aquí lo importante es que la intensidad del relleno dentro de cada delimitación sea constante y no presente diferencias en cantidad de tinta alojada.

Y hay que tener mucho cuidado con el exceso de tinta, ya que la piel dañada la puede acabar expulsando y perjudicando el aspecto final del relleno.

El sombreado

Este elemento es tan complejo, o más, que los anteriores, ya que requiere un completo entendimiento sobre el comportamiento de las luces y las sombras.

En términos de dibujo, el contraste entre la luz y la oscuridad es lo que aporta volumen y profundidad a los diferentes elementos que componen un diseño. Algo que puede conseguirse a través de varias técnicas de sombreado. Desde degradados suaves, hasta líneas entrecruzadas y diferentes tipos de puntillismos y texturas.

Aquí también juega un papel importante el estilo de tatuaje, ya que no todos emplean las mismas técnicas de tridimensionalidad.

La forma

Se le llama forma a todo elemento que tiene una estructura delimitada por un contorno.

Aprender sobre las morfologías y anatomías tanto de los diferentes objetos como del cuerpo humano es fundamental. Estas pueden ser naturales, artificiales, planas, volumétricas, orgánicas, geométricas, simples o complejas.

Si bien en varios estilos se permiten las desfiguraciones intencionadas, ya sea porque son más abstractos o caricaturescos (como por ejemplo el New-school); en otros (ejemplo, Realismo), es crucial poder representar coherentemente las proporciones y los movimientos de la figura representada.

Ten en cuenta que, sea cual sea tu estilo creativo, siempre es útil aprender la base y las normas del dibujo, para luego ser capaz de romperlas y deconstruirlas a tu antojo.

Así que, aunque no te dediques al Realismo, si lo que quieres es mejorar tu técnica de dibujo y desenvolverte lo mejor posible a la hora de componer un diseño armónico y estético, te conviene tener bien pulida esta área.

La composición

De la mano de lo anterior, un punto crítico en la técnica del dibujo es poder integrar todos estos elementos que conforman un diseño de manera equilibrada. Es decir, no solo tener en cuenta la disposición en el espacio de las líneas, las sombras, las figuras, los colores, etc., sino que también, su relación. Eso en términos de dibujo sobre papel...

Ahora, en cuanto añades a la fórmula la piel del cliente, también debes contemplar que se integre tanto con ella como tener noción de la propia morfología del cuerpo humano.

En definitiva, entrenar el ojo, el buen gusto y la armonía es fundamental para dominar la composición como el "todo" que es.

Para entrenar esta habilidad, puedes mirar muchas imágenes para llenarte de referencias, incluso ver composiciones visuales que no tengan que ver con el tatuaje, como pueden ser composiciones fotográficas, pictóricas... Puedes tener en cuenta también películas o series y analizarlas, ir a museos, ver pinturas abstractas.

En fin, tienes infinidad de posibilidades que puedes explorar. ¡Ahora, depende de ti! Practica todos estos elementos sobre el papel hasta que sientas que sin duda estás preparado para plasmarlos sobre la piel.

Bonus: Letras y Caligrafía

Hay muchos clientes que prefieren llevar frases o palabras que los identifiquen, por eso conocer sobre caligrafía y practicar constantemente tus trazos te dará más soltura para realizar este tipo de tatuajes.

La caligrafía requiere de precisión y mucha paciencia, por lo que te recomendamos que te predispongas con tiempo y trates de no apurar este proceso, es muy importante dominar los trazos finos para lograr escrituras prolijas.

Consejos para pasar del papel a la piel

Luego de tener bien asentadas las bases del dibujo, los caminos que puedas ir tomando y las técnicas que quieras ir añadiendo serán tu decisión.

Como profesionales del tatuaje, es primordial que le dediquemos todo lo que podamos a esta habilidad, no solo para dominar la técnica, sino también para poder desarrollar nuestro sello artístico, hasta llegar a una marca distintiva y conseguir que nos reconozcan por ello.

En este punto, las pieles sintéticas son ideales para practicar antes de pasar a la piel humana. Ya que, te permiten familiarizarte con el peso de la máquina, los efectos de las agujas y la experiencia general de tatuar.

Pero, un pequeño adelanto, no esperes que sea lo mismo que la piel humana; esta es un organismo vivo que responde de maneras diferentes a las técnicas, las agujas y las tintas.

Al final, por mucho que controles el dibujo sobre el papel, la piel humana es un mundo diferente y presenta mayores dificultades, incluso para quienes ya dominan el dibujo hace años. Esto es relevante, ya que mucha gente piensa que con tan solo ser un dibujante innato, ya puedes dedicarte al tatuaje sin problema. Pero en realidad no es tan así.

Pasar del papel a la piel es un desafío tanto para dibujantes como no dibujantes. Por lo que, si bien el dibujo te puede dar ventaja, no te puede asegurar que tatúes bien.

Lo único que te asegurará que tatúes bien es la práctica constante, la perseverancia, la paciencia y la buena gestión de los errores. Estos últimos, si bien son inevitables, son los que mejor te enseñan a hacerlo bien. Por eso es clave cómo respondas a ellos y qué tanto provechos les sepas sacar.

Y como último consejo, si vas a trabajar con dispositivos y aplicaciones digitales para crear tus diseños, ten en cuenta que si bien son una gran ventaja a la hora de editar y crear variantes o diferentes versiones de dónde escoger; pueden ser un arma de doble filo a la hora de trasladar los resultados a la piel. Ya que, ofrecen posibilidades que en ocasiones se vuelven difíciles de reproducir; sobre todo los detalles y las líneas perfectas.


La práctica: la real clave del éxito

¿Sabes qué es lo único que tienen en común los mejores artistas del tatuaje? No ha sido ni el talento ni la suerte que los han llevado al éxito. Absolutamente todos han echado incontables horas a practicar para mejorar.

Ahí está el real secreto, comprometerte cada día para conseguir mejorar como profesional.

En resumen, nadie nació siendo experto y todo se puede aprender. Así que, ya sea porque recién estás empezando a indagar en la ilustración o si ya dibujas pero quieres mejorar tu estilo... explora todo lo que puedas sobre técnicas de dibujo, sin importar con qué te quedes de todo eso.

Porque al final, todo aprendizaje se aprovecha, y cuantas más herramientas tengas, mejores posibilidades tendrás de destacarte como artista del tatuaje.

El camino es infinito, ¡anímate a transitarlo, descubrirte y superarte!

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