Historias inspiradoras: Hacer un tatuaje en la vejez

El tatuaje no es sólo cosa de jóvenes

1/3/2022

Probablemente has visto como todas las personas que decidieron tatuarse en su juventud, hoy en día están llegando a la vejez con mucho estilo, o también, te imaginarás como todas las millones de personas que actualmente se tatúan envejecerán junto con sus diseños.

Pero, ¿cuánta gente conoces que decide tatuarse por primera vez cuando llegan a una edad longeva?

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Es el caso de Gloria Weberg, una mujer valiente y llena de energía, la cual tuvo la increíble iniciativa de tatuarse ya siendo anciana. Su idea comenzó a materializarse cuando cumplió 80 años, en ese entonces, se realizó su primera ilustración en el brazo, que fue una diosa que simboliza a la Madre Tierra. Luego, a sus 90 años, decidió plasmar el dibujo de varias estrellas que rodean la parte inferior de su anterior diseño y que representan a sus hijos.

Por el momento, y en conmemoración a sus 100 años, Gloria visitó a su tatuador y agregó como tercera pieza, el año y lugar de su nacimiento “NY NY 1922”, ubicado debajo de las estrellas.

Esperamos ansiosos que, dentro de 10 años, si el universo lo permite y si Gloria así lo quiere, presenciar su próximo tatuaje a los 110.

Gloria Weberg posa con su nuevo tatuaje en su casa de St. Joseph, Michigan.

Otra maravillosa historia, es la de un anciano de Madrid (del cual se desconoce su nombre) que un buen día, a los 71 años, decidió entrar a un estudio de tatuajes para plasmar en su piel una dedicatoria escrita, que le había hecho su difunda esposa. La frase decía: "Te quiero. Pilar" y se encontraba redactada en una fotografía de sus manos entrelazadas, que se tomó la pareja en el año 1963, en un baile al que acudieron juntos.

Cuando el hombre le extendió el diseño al tatuador, le pidió que, por favor, fuera exactamente igual al ejemplar que le estaba mostrando y que le gustaría que fuera grabado en un lugar donde pudiera verlo todos los días, para así recordar a su mujer.

Al despedirse de los artistas del lugar, les dijo que eso es lo que hacía “un hombre enamorado”.

Para finalizar, te contaremos la hazaña de Dorothy Pollack, una mujer de una edad muy avanzada: ¡103 años, para ser precisos!

Dorothy se alojaba en un asilo ubicado en Muskegon, Michigan. Transitó allí toda la pandemia, incomunicada con sus familiares, ya que las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria no permitían las visitas, sumado que, su déficit auditivo tampoco le facilitaba la comunicación telefónica. Esta circunstancia, cuentan las enfermeras del establecimiento, le provocó a la anciana una gran depresión.

Dorothy Pollack durante la sesión de su primer tatuaje a los 103 años.

Tiempo después, lograron darle el alta y Pollack decidió emprender la aventura de cumplir con una lista de deseos que ella misma había ideado. Encabezando los pedidos, se encontraba realizarse el tatuaje de una rana, en honor a lo único que quiere más por encima de las hamburguesas y la cerveza. Finalmente lo cumplió y comentó que fue una experiencia muy emocionante.

El tatuador encargado de realizarle su diseño, Ray Reasoner Jr, del estudio A.W.O.L. Custom Tattooing, contó sorprendido que durante la sesión se portó como una campeona y casi que no hizo una mueca de dolor.

Luego de hacerse el tattoo, con el cual quedó fascinada, Dorothy tachó su primer deseo y pasó al siguiente: dar un paseo en motocicleta. Esta aventurera mujer demuestra que no hay edad para cumplir con sus sueños.

Dorothy de paseo con el padre de Ray Reasoner Jr. en su Harley Davidson.

¿Qué mensaje les dejarías a nuestros protagonistas? ¿Te harías un tatuaje pasados los 70 años? ¡Te leemos aquí abajo!

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