Henry Anglas: de la marginalidad a la fama

Conoce el caso de un artista de Realismo

10/10/2022

El camino de cada persona en el mundo del tatuaje puede ser muy distinto. No todos lo hacen de la misma manera, ni todos tienen las mismas metas.

Es por eso que, en esta ocasión, decidimos acercarte el caso de Henry Anglas, un artista de Realismo que comenzó tatuando para personas más carenciadas y hoy en día es reconocido en todo el mundo.

Queremos que conozcas su experiencia y puedas aprender de él como artista, así como de tantos otros. ¿Quieres saber más? ¡Vamos a por ello!

¿Quién es Henry Anglas?

Es un tatuador peruano que actualmente viaja por todo el mundo con su arte de hacer Realismo en tatuajes.

Nacido en 1982 en Junín, una ciudad ubicada a 4100 metros en Perú, Henry desde muy pequeño se interesó por el dibujo y el arte. A la edad de 18 años, viajó a Argentina para vacacionar, pero se adaptó tan bien a Buenos Aires que decidió quedarse.

Las oportunidades que se le presentaban en su suelo natal, según cuenta, eran pocas, entonces decidió ir en búsqueda de nuevos horizontes. La emoción por descubrir algo nuevo siendo tan joven, fue lo que lo mantuvo con energía al llegar a Argentina.

Empezó sus estudios como diseñador gráfico, pero mientras estudiaba, su hermano mayor, Franco Anlgas, lo llevó a una convención de tatuajes en la antigua Buenos Aires Design y quedó completamente fascinado. A sus 23 años, decidió volcarse de lleno en esta profesión y dedicarse al Realismo.

Así, en su nuevo lugar de residencia, y junto con la inspiración de su hermano, quien también tenía habilidades para el dibujo, decidió trasladar ese conocimiento al arte de perpetuar una imagen en el cuerpo.

Tatuar en barrios carenciados

Sus primeros pasos en este oficio los dio de una manera quizás poco habitual o poco vista. Dedicaba su tiempo a regalar los tatuajes a personas que no podían pagarlos y se metió a trabajar en los barrios más carenciados de la ciudad de Buenos Aires.

Pero para ese entonces, Henry no se dedicaba de lleno al tatuaje, sino que tenía otro trabajo en un lavadero de autos en donde estaba casi 12hs por día. Por lo que tenía muy poco tiempo para dedicarle a la práctica con las agujas.

Acudía a estos lugares en el momento que podía, que era a la noche, y ofrecía su trabajo de manera gratuita. En ese entonces, se dedicaba a arreglar tatuajes hechos de manera casera a personas que querían lucir mejor. Y aprovechó esos momentos para poner en práctica la técnica de sombreado en sus diseños.

Según dice el artista,

“Era lo que necesitaba, ya que debía poner en práctica los conocimientos básicos que tenía sobre el tatuaje. Para acercarme les mostraba mis dibujos en lápiz y los retratos que hasta el momento había realizado, entonces les comentaba que estaba aprendiendo a tatuar y que quería realizar retratos, además, yo ponía todos los implementos necesarios, como tintas, agujas, etc, en ese momento practiqué mucho Realismo y sombras, era lo que más me llamaba la atención”.

La idea surgió por la necesidad de contar con piel para poder practicar en cuerpos reales, y no en pieles sintéticas o de cerdo. Al querer dedicarse al Realismo, necesitó de muchísima práctica, siendo este un estilo muy exigente, por no decir el más exigente de todos.

Además, al estar en una ciudad colmada de artistas, se vio con la necesidad de exigirse aún más para poder destacar. Según Henry,

“Para lograr el sentimiento que está transmitiendo la fotografía se requiere mucha práctica. En la ilustración no hay algo más difícil o más fácil, sino que es muy técnico.

Lo difícil es mantenerse inspirado, fresco, con esa pasión que le vamos a dedicar a ese trabajo, y para eso tengo varias cosas que hago: voy a museos, me compro libros, pinto, me junto con artistas e intercambio opiniones, voy a convenciones a competir. Eso nutre muchísimo.

Observas a las personas y aprendes de los que ganaron. La exigencia personal, la pasión que le dedicas tienen mucho que ver. Me retroalimento de mis propios colegas y artistas. Es una competencia sana y exigente.”

Llegar al éxito

Henry Anglas, tatuador profesional. Tatuaje realista.

Hay que aclarar que el éxito siempre es muy relativo y personal de cada uno. Para lo que a muchos les puede parecer una meta cumplida, para otros no, y está muy bien.

Henry se propuso ampliar sus capacidades como tatuador de Realismo y lo consiguió a costa de mucho esfuerzo y dedicación.

Instruirse constantemente y practicar mucho desde muy joven, fue uno de los factores más importantes para convertirse en uno de los tatuadores de Realismo más reconocidos de Latinoamérica. Henry mezcla Realismo con Surrealismo en sus diseños y los resultados son muy buenos.

Ir a convenciones y asistir a seminarios, lo llevó a estar en cercanía con sus colegas y poder así adentrarse en esta práctica hasta convertirse hoy día en un profesional.

Tanto es así, que tiene clientes que viajan de todas partes del mundo solo para tatuarse con él.

Además, ha tenido la posibilidad de recorrer toda Latinoamérica y gran parte de Europa trabajando como tatuador, exponiendo su trabajo y participando en concursos que lo llevaron a obtener premios, destacándolo como profesional.

Aprender y enseñar

Se suele decir que lo más importante del éxito no es llegar a la meta, sino recorrer el camino que te lleva hacia ella. El camino del tatuador es de aprendizaje y prácticas constantes, y sin ellas sería imposible perfeccionarse.

Es por esto que Henry cuenta que, en sus inicios, le hubiese sido muy beneficioso tener a disposición una guía que lo ayude a resolver problemas. Esto lo impulso a sacar un libro que se llama Anyone can Tattoo, en donde su objetivo es justamente plasmar todos sus conocimientos y poder ayudar a otros artistas.

Muchos profesionales creen que compartir sus experiencias y técnicas, les quita ventaja a la hora de competir y resaltar en el mercado, pero hay otras personas que no creen en esto y que, por el contrario, piensan que el conocimiento se tiene que socializar y expandir.

“Se me ocurrió la idea de hacer el libro para que futuros tatuadores no cometan los errores que hice yo, que les cueste menos tiempo lograr el objetivo de un buen trabajo.

Es como dar una botella al mar y que lo agarre alguien que lo necesite. A todos los que estudian conmigo trato de transmitirles mi experiencia y es maravilloso el entusiasmo que se contagia”

Conclusión: para todo esfuerzo, hay una gran recompensa

Si bien para lograr destacarse a veces no alcanza con el talento, no cabe dudas de que ser un buen profesional y realizar tatuajes con acabados increíbles, hará que muchas personas se quieran tatuar contigo.

Siempre que se tenga constancia, todo esfuerzo valdrá la pena.

Quizás al principio tengas el camino más complicado y no veas los resultados de inmediato, pero cuando te abrumes, piensa en casos como el de Henry, quien después de mucho esfuerzo y dedicación pudo conseguir el lugar donde está hoy.

Cada camino es personal, es por eso que te alentamos a que puedas explotar al máximo tus posibilidades como artista y no bajes los brazos si esto es algo que realmente te apasiona.

El éxito no se mide solamente con alcanzar la fama, sino con superar tus propias metas.

Anímate y emprende este camino como profesional, todo llega tarde o temprano.

¿Tú qué opinas? ¿Piensas lo mismo o crees que hay otras maneras para triunfar en el tatuaje? ¡Te leemos!

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