La historia de la máquina de tatuar | 10MASTERS

Máquinas de tatuar: Su historia

La historia de la máquina de tatuar

04 Marzo 2022

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Se dice que la primera máquina de tatuar fue creada por Thomas Alva Edison en 1877, aunque esta no fue diseñada específicamente para tatuar. Esta pluma eléctrica formaba parte de un sistema completo que servía para duplicar documentos y dibujos a mano. Su éxito en el mercado no duró mucho ya que, en 1872, Cristopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soulé inventaron la máquina de escribir, un elemento que sustituyó el invento de Edison.

Pluma eléctrica de Thomas Alva Edison, EEUU, 1877
Fuente:
All That’s Interesting.

14 años después, en 1891, el tatuador Samuel O’Reilly recuperó el invento de Edison, hizo algunos ajustes en el diseño y consiguió crear un nuevo prototipo de herramienta para tatuar. Desde entonces y aunque se han implementado diversas mejoras, es la que se conoce como la primera máquina de tatuar eléctrica y la que formó los primeros cimientos de las máquinas de tatuar rotativas que conocemos a día de hoy.

Sorprendentemente, 20 días después, el tatuador inglés Thomas Riley creó un nuevo tipo de máquina de tatuar que terminaría convirtiéndose en la base para crear las máquinas de tatuar de bobinas. Partiendo de un timbre eléctrico, Riley incorporó un electroimán con el que consiguió diseñar otra vertiente de máquinas para tatuar.

Funcionamiento de un timbre. ¿Te suena?
Autor: Raimond Spekking / CC BY-SA 4.0 (
Wikimedia.org)

Bobinas para máquinas de tatuar
Fuente:
Amazon.es

Pero quien realmente creó la configuración de doble bobina fue Alfred Charles South. Hizo un diseño donde las bobinas, colocadas una al lado de otra, se situaban en el lateral de la máquina. El problema de este prototipo era su peso excesivo, lo que obligaba a los tatuadores a colocar un soporte desde el techo para sostener el peso de la máquina a la hora de tatuar.

Bebiendo de la influencia de Samuel O’Reilly, en 1904 Charlie Wagner reinventa el diseño de las máquinas de tatuar de bobinas. Se dice que Wagner fue su aprendiz y llegaron a entablar amistad. En su diseño, a diferencia de Charles South, Wagner decide colocar las bobinas alineadas con el chasis de la máquina.

Prototipos de máquina de tatuar de Alfred Charles (1899) y de Charles Wagner (1904)
Fuente:
Jamesstreetparlour.com

Años después, en 1920, el tatuador Percy Waters diseñó varios prototipos de chasis para las máquinas de tatuar, muchos de ellos utilizados en la actualidad.

Por otra parte, quien introdujo el concepto “ajustable” a las máquinas de tatuar fue Carol Nightingale, quien diseñó una máquina de tatuar configurable que, aunque no tuvo mucho éxito, dio pie a la creación de otros prototipos ajustables que se comercializan en la actualidad.

Desde entonces, las novedades en cuanto a máquinas de tatuar han estado a la orden del día, aunque una de las últimas es la de las máquinas de tatuar de batería; aquellas que no requieren fuente de alimentación para ser accionadas.

Máquina de batería Flite X1 / Inkjecta
Fuente:
Inkjecta.com

Por último, lo más novedoso que nos encontramos actualmente en lo que a máquinas de batería respecta son las máquinas de tatuar tipo pen. Cheyenne fue de las primeras marcas en lanzar este tipo de máquinas y supuso un gran cambio para el mundo del tatuaje.

Máquina tipo pen Sol Nova Unlimited / Cheyenne
Fuente:
Cheyennetattoo.com

Ahora que ya sabes cómo hemos llegado hasta las máquinas de tatuar de la actualidad...

¿Cuál crees que será la próxima novedad?

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