Los tatuajes cosméticos, también conocidos como micropigmentación, son un tipo de tatuaje que se popularizó mucho en los últimos años.

La realidad es que muchas personas, sin importar su género, optan por tener uno, y las razones son muy variadas.

Se suele deducir que los tatuajes cosméticos solo se quedan en la cuestión del maquillaje, pero esta no es la única razón, hay muchas personas que tienen el rostro tatuado ¡y no lo sabes!

¿Quieres saber de qué se trata? Quédate aquí que te contamos más.

¿Qué es la micropigmentación?

La micropigmentación es una rama dentro de la cosmetología y el tatuaje convencional que, por lo general, se usa con fines estéticos, para corregir y embellecer algunas facciones o zonas de la cara con las que no se esté del todo conforme.

La intención es resaltar el pigmento natural de la piel que puede estar dañado por alguna razón o simplemente, porque así se lo desea. También, se suelen utilizar para rellenar zonas afectadas por una cicatriz, evitando que la herida quede muy notoria a la vista.

Micropigmentación vs Tatuaje Clásico

Pareciera que tanto una como la otra se tratan de lo mismo, pero en realidad, esto no es así. Por su aplicación, las zonas que se trabajan, los fines a los cuales están destinados y el tipo de máquinas que se emplean, es que se vuelven dos ramas muy distintas, aunque con algunas similitudes.

Micropigmentación

• La tinta se sitúa en el estrato basal, que es la capa intermedia entre la más externa (epidermis) y la intermedia más profunda (dermis). Para esto es necesario que entrenes bien la mano para no superar límites.

• Por esta razón, la duración es de aproximadamente un año y medio o dos. Se trata de un tratamiento temporal y reversible.

• Tipos de tintas diferentes. Las tintas que se usan tienen partículas más pequeñas, a base de aceite de alcohol y además, son hipoalergénicas.

• Aplicación por medio de dermógrafos, en esto ampliaremos más adelante.

Tatuaje

• La tinta se inyecta a través de la piel en la dermis, que corresponde a una capa más profunda.

• Son permanentes e irreversibles, es decir, duran para toda la vida. Si bien, pueden eliminarse por medio de distintas técnicas, la intención es poder llevarlos en la piel para siempre.

• Aplicación por medio de máquinas especiales para tatuar. La diferencia entre unas y otras radica en el tipo de potencia, el motor que utilizan, las intensidades y las agujas o cartuchos, así como también el peso y la maleabilidad de cada una. Como verás, parecen iguales, pero no lo son.

¿Qué se utiliza para hacer tatuajes cosméticos?

La técnica consiste en introducir micropigmentos en la piel, y para eso se utiliza una máquina llamada dermógrafo, que es un dispositivo electrónico que lleva una aguja o varias agujas en su interior.

Por lo general, tiene un sistema de prevención de reflujos, lo que evita que ingresen en el cuerpo de la máquina fluidos del cuerpo tales como la sangre, sudor, etc. así como también evita el ingreso de pigmentos.

Estos aparatos no son iguales a las máquinas que estamos acostumbrados a usar para los tatuajes, sino que están diseñadas específicamente para este fin.

Algunos datos de los dermógrafos clásicos que te pueden ser útiles a la hora de elegirlos, es que suelen recalentarse muy rápido, por lo que algunos esteticistas eligen tener más de uno a disposición y poder trabajar tranquilamente. Pero si solo lo quieres para ocasiones especiales, no deberías tener mayores problemas.

Luego están los dermógrafos digitales, y en ellos podemos encontrar muchas marcas con funcionamientos y posibilidades variadas.

Los más recomendados son los de la marca Amiea, ya que no recalientan ni tampoco tienen riesgo de tener contaminación cruzada, como puede suceder con algunos modelos clásicos.

Otra de las grandes ventajas de esta marca es su precisión. Para este tipo de trabajos, el detalle es fundamental, no podemos dejarlo todo a manos de una máquina que tiene demasiado movimiento y no nos permite trabajar con presión.

Como estas máquinas funcionan con cartuchos, para cualquiera de las que elijas, debes asegurarte poder proveerte de las agujas.

Así que recomendamos que estés atento o atenta antes de iniciar la compra, eligiendo proveedores que puedan brindarte todo lo que necesites.

También puedes hacer micropigmentación con las máquinas rotativas que ya conocemos.

La única diferencia es que es un poco más ruidosa que las otras y también, bastante más pesada.

Es cuestión de adaptarse a la forma de trabajo que ofrecen unas u otras. Los cartuchos son más accesibles para conseguir y además estas máquinas son excelentes para hacer cejas.

Es muy importante utilizar máquinas con cartucho, ya que de lo contrario, como pasaba con los primeros demógrafos, pueden succionar pigmentación y no se pueden volver a utilizar.

Zonas más frecuentes

Este procedimiento se suele realizar más frecuentemente en el rostro, puesto que ofrece una técnica más natural y respetuosa con el cuerpo.

• Cejas. Aquí nos detendremos, ya que la técnica que se emplea para las cejas es específica y se llama microblading. El microblading está pensado para rellenar una zona en la que no se tiene vello, repoblando pelo a pelo. Aquí se utiliza una aguja-cuchilla para hacer ingresar los pigmentos en la piel.
  Esta técnica se destaca por ser completamente manual, es decir, no necesita de máquinas especiales ni eléctricas, solo se realizan pequeños raspones en la piel mediante la aguja para hacer ingresar la tinta.

• Labios. Con la técnica de micropigmentación se pueden modificar tanto el grosor de los labios como el color, realzando su figura y redibujándola cuando sea necesario. Dependiendo de las necesidades del cliente, esto se va a notar más o menos, pero por lo general, si se hace bien, realmente queda casi natural.

• Párpados. Hay muchas personas que tienen los párpados con una tonalidad un poco más baja de lo que quisieran y la micropigmentación para esto es una solución, ya que se pueden iluminar utilizando pigmentos claros. O, por el contrario, puede ser que se busque dar una profundidad que naturalmente no está, y con pigmentos más oscuros se logre hacer.
  
  También hay personas que deciden realizarse un delineado total o parcial y así despreocuparse por tener que utilizar maquillaje constantemente. Además, también se puede optar por un fino delineado casi imperceptible para realzar los ojos y la mirada.

La importancia de la Colorimetría

Esto parece algo obvio, pero conocer sobre formación de color es fundamental para poder hacer este tipo de técnica, ya que es preciso saber y entender cómo es la piel de tu cliente y cómo va a quedar la tinta en él o ella.

Podríamos realizar un apartado exclusivo para desarrollar toda la teoría de color, pero te adelantaremos lo más puntual. Para empezar, tienes que saber distinguir entre tonalidades frías y tonalidades cálidas.

Para crear tus colores de manera personalizada, deberás trabajar con estos parámetros para llegar al color deseado.

Lógicamente, empezarás por los colores primarios (rojo, azul y amarillo) para formar el tono que más te sirva. Obvio que podrás comprar las tintas ya preparadas, pero recomendamos que investigues y pruebes tus propios colores y, así, podrás comprender mejor cómo se comporta cada uno y podrás dominar mucho más esta técnica.

Ten en cuenta que el tono y el tipo de piel de cada cliente es distinto.

Por lo tanto, comprar tintas de colores hechos puede funcionarte como no. Sin embargo, no podrás mezclar cualquier tinta de cualquier marca. Para ello deberás consultar con tu proveedor o contactar a las marcas que más te gusten para que te brinden información al respecto. ¡No dejes de informarte!

A partir de los colores primarios se podrán formar los siguientes:

• Colores secundarios: son los formados por la combinación de dos colores primarios.

• Colores complementarios: según el círculo cromático, a cada tono le corresponde su opuesto o su complementario, que además se suman entre fríos y cálidos. Por ejemplo, rojo y verde, azul y naranja, amarillo y violeta.

• Colores terciarios: son los que se forman a partir de un color primario con uno secundario.

Entonces, ¿esto es una solución al maquillaje?

Todo depende del fin que se le destine. La micropigmentación está pensada principalmente para dar un acabado natural a los rasgos y realzar o reforzar algunas zonas.

En cambio, el tatuaje convencional, cuyas diferencias ya hemos aclarado, también puede realizarse como maquillaje permanente, pero hay que tener en cuenta que sus acabados son totalmente distintos.

Si quieres realizar esta técnica, te animamos a que investigues más y siempre tengas en cuenta que no es lo mismo que realizar un tatuaje clásico.

Cosas como el tipo de máquinas, el empleo de la técnica o el tipo de tintas, son totalmente distintos, así que infórmate, acércate a un centro de estética que se dediquen a esto y anímate a practicar.

¿Tú qué opinas? ¿Sabías de la existencia de esta técnica? ¡Cuéntanos en los comentarios!