Uno de los temas más importantes a la hora de tatuar es diferenciar los tonos de piel de tus clientes.

Los seres humanos tenemos distintos pigmentos y tonalidades que van variando incluso en el cuerpo de una misma persona. El llamado “color piel” se compone por una gama muy amplia de colores.

¿Pero cómo afecta esto a nuestros tatuajes?

Como decimos siempre, la piel no es un lienzo en blanco y esto afecta tanto al comportamiento de las tintas de tatuajes como a las técnicas y estilos que debas utilizar para cada una de ellas.

¿Quieres saber más? Aquí te contamos.

Diferencias de pieles y tonalidades, ¿qué tienes que saber?

Como te adelantábamos, no existe un color universal para nuestras pieles. Hay muchos tonos diferentes y cada uno se determina por la cantidad de melanina que cada uno tenga en su ADN.

La melanina es un compuesto biológico que se encuentra en la piel, el cabello, los ojos y otras partes del cuerpo que, además de aportar color, tiene la función de protegernos de los rayos del sol.

Cuanta más melanina tenga una piel, más oscura será, pero también puede ser más capaz de absorber la luz y ser más resistente a la agresión de los rayos ultravioleta.

Por el contrario, una piel más clara tiene menos melanina y es mucho más sensible a la radiación solar.

A grandes rasgos, podemos decir que hay dos tipos de pieles: las pieles oscuras y las pieles claras.

Dentro de estos dos grupos se encuentran varias tonalidades. Actualmente, existe un estudio que clasifica 6 tipos de pieles distintas determinadas por el fototipo. El fototipo es la forma de llamar a la capacidad de resistencia que tiene cada piel ante la luz solar.

Así se definen:

1. Pieles “lechosas”, rosadas y con pecas, común en pelirrojos.
2. Pálidas, frecuente en personas rubias.
3. Pieles claras, comunes en personas variadas.
4. Pieles morenas claras, con tendencia a desarrollar pecas.
5. Pieles morenas oscuras.
6. Pieles muy oscuras y casi violáceas.

A partir de esta distinción, puedes empezar a notar que tatuar sobre una u otra piel es una experiencia totalmente diferente. Te contamos por qué.

Tatuando pieles oscuras vs. pieles claras

Las técnicas que se emplean para trabajar sobre pieles oscuras o claras no son las mismas, así como tampoco la gama de colores que mejor se lucen en cada caso.

En pieles claras, los tonos se distinguen con mayor facilidad y la gama de colores es bastante amplia. Pero cuando se trata de pieles oscuras, la situación cambia y mucho.

Hay quienes opinan que, al tener más melanina, las pieles oscuras suelen ser más fibrosas, estar mar tersas y, por ende, ser un poco más duras que el resto.

Claro está que esto siempre, absolutamente siempre, depende de cada persona, de los cuidados que tenga, del tipo de hidratación, etc.

Pero en algunos casos puede suceder que este tipo de pieles requieran un cuidado especial a la hora de pinchar. Por eso muchos recomiendan tatuar de manera un poco más lenta para que las agujas logren penetrar mejor y así fijar las tintas.

Por otro lado, al igual que con los rayos del sol, las pieles oscuras pueden dar la sensación de que absorben mucho más pigmento y, por lo tanto, tienden a opacar los colores, es decir, bajarles luminancia y saturación.

Muchos creen que en pieles oscuras, las tintas blancas en realidad pueden resaltar mucho más que en pieles claras por el juego de contrastes que se genera entre ambas. Pero esto no es del todo cierto.

Lo que sucede es que en pieles más morenas, los colores muy claros no resaltan tanto ni resisten de igual manera el paso del tiempo, y aquí es cuando surgen las dudas.

La pregunta del millón siempre es, ¿qué colores debo utilizar para tatuar pieles oscuras?

La respuesta es un poco ambigua. La realidad es que cada quien va a tatuarse lo que se le dé la gana y eso está perfecto, pero hay que tener en cuenta que no todos los colores se pueden lucir de la mejor manera en una u otra piel.

Los tatuajes en pieles oscuras a menudo requieren una mayor cantidad de pigmento para que los colores sean visibles, mientras que los tatuajes en pieles claras pueden requerir menos pigmento.

Para pieles oscuras, muchos tatuadores recomiendan trabajar con colores fuertes, intensos y muy saturados que logren destacarse por encima del tono de piel del cliente.

Es muy importante utilizar tintas puras en colores básicos como el azul marino, el rojo y tipos de verdes bien brillantes. Ideal son los tonos medios, ni muy oscuros ni demasiado claros, evitando los colores pasteles.

La tinta más elegida y recomendada para pieles oscuras es la tinta negra.

Por eso, los trabajos en el estilo Blackwork suelen ser excelentes para este tipo de pieles porque trabajan con contrastes muy altos y suelen estar menos cargados de detalles que en otros.

Por ejemplo, hay quienes opinan que estilos como el Realismo no suelen ser los indicados porque al realizarse a base de sombreados y trazos no muy definidos, a fin de cuentas, terminan desapareciendo.

Por eso lo mejor es tatuar con técnicas y estilos que aseguren trazos fuertes y poderosos. Si quieres saber más, entra aquí que te contamos todo El estilo Blackwork y la tendencia al negro total.

Además, otro tip de algunos tatuadores es pensar el diseño solo en dos planos: figura y fondo.

Es decir, sin agregar planos intermedios ni demasiados detalles.

Para ello, recomiendan ubicar los tonos más oscuros y en sombras por atrás (fondo) y los tonos más luminosos por delante y en primer plano (figura). De esta manera logras un buen contraste y haces que las iluminaciones resalten y llamen más la atención.

Por otro lado, aunque no es algo excluyente de las pieles oscuras, es muy útil evitar los tatuajes muy pequeños, ya que con el tiempo todos los tatuajes tienden a expandirse un poco, pero al tratarse de pieles más morenas, estos pueden terminar siendo ilegibles.

Dominando los colores

Como te contábamos en la nota El círculo cromático y su importancia en tatuajes a color, aprender sobre colorimetría es fundamental para cualquier artista, es casi tan importante como saber usar tus máquinas.

Podemos definir a la colorimetría como la ciencia que estudia los comportamientos de los colores en sus diferentes combinaciones y situaciones lumínicas, y cómo estos se perciben visualmente.

En términos de tatuajes, esto se refiere a cómo se ven las tintas una vez inyectadas y qué modificaciones sufren dependiendo de la pigmentación de cada piel.

En resumen, saber dominar los colores no es una tarea sencilla y tatuar sobre pieles claras u oscuras, determina radicalmente tu trabajo, desde los colores hasta el diseño y el estilo.

Por eso es fundamental que tengas una buena base de estudio sobre colorimetría y la Teoría de Color, para poder realizar una lectura analítica y criteriosa antes de empezar a tatuar.

Entonces, podemos concluir diciendo que la planificación es la clave.

Realizar un estudio previo, tanto de composición como de colorimetría, es completamente esencial en este tipo de trabajos. De lo contrario, te meterás de lleno a trabajar sobre un diseño que luego no sabrás cómo dominar.

Por eso te recomendamos que estudies este tema en profundidad, pero sobre todo, que practiques mucho para encontrar tus propias técnicas y puedas descubrir en primera persona todas las dificultades y obstáculos con los que puedas toparte.

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