Razones para tatuar en invierno

Ventajas y cuidados de los tatuajes en invierno

16/1/2023

Con el frío, las modalidades de trabajo cambian y, sobre todo, los procesos de cicatrización de los tatuajes.

Llevar adelante una buena curación y cuidados permanentes es lo que garantiza que un tatuaje perdure en el tiempo de la mejor manera posible.

Se suele decir que hay más razones positivas que negativas para tatuar en invierno. Pero, ¿esto es realmente cierto? Despejemos algunas dudas.


Los cuidados del tatuaje

Como artista es importante que sepas cómo es el proceso de cicatrización de los tatuajes.

En el tatuaje, un buen acabado es responsabilidad de una buena cicatrización, ya que es en ese momento en donde la tinta va a terminar de “sellarse” en la piel.

El buen envejecimiento de un tatuaje es consecuencia de un constante cuidado. Es por esto que conocer todas las etapas de curación es fundamental para poder transmitirlas a tu cliente.

Como te comentábamos aquí ¿Cómo cuidar un tatuaje?, el tatuaje cicatriza en varias etapas.

Los primeros días donde se sufre más hinchazón y eliminación de fluidos, el picor, el cual muchos señalan como la parte más molesta de todas, y por último las semanas finales, donde se desprenden las capas muertas de piel y se regenera.

En cada etapa, se deberán usar productos diferentes. Como por ejemplo, film para cubrir las primeras 24 hs, jabón para lavar y desinfectar, pomadas para los días posteriores, etc.

Y la buena desinfección, junto con la correcta esterilización de los materiales, entre otros factores, van a garantizar la disminución de probabilidades de infecciones.


Beneficios de tatuar en invierno

Según la opinión de muchos artistas, tatuar en los meses de invierno puede ser una de las mejores opciones, ya que los niveles de exposición a ciertas situaciones muy perjudiciales para el tatuaje bajan notoriamente. Estas son:

  • Se transpira menos. Muchas veces algunas irritaciones se deben al sudor y al picor que este pueda producir. En este último caso, podría derivar en infecciones si no se tienen los recaudos necesarios.
    A su vez, tener menos transpiración también va a permitir que el tatuaje se oree mejor y no esté en excesiva hidratación, lo que puede jugar en contra en la cicatrización.
    Idealmente, las temperaturas deberían mantenerse en menos de 30 °C.

  • Hay menos exposición solar. No hay nada más terrible que exponer los tatuajes recién hechos al sol. Este es un gran enemigo de la piel y sobre todo de los tatuajes.
    Los rayos de sol pueden producir picazón, hinchazón, enrojecimiento y puede contribuir en la generación de infecciones.
    Además, logra que a la larga los colores se oxiden y pierdan fuerza más rápidamente.
    En invierno, el uso de ropas abrigadas y de colores oscuros, contribuyen a un buen control del tiempo de exposición solar, lo cual es realmente un beneficio.

  • Menos exposición al agua. En verano, estar en contacto con piscinas y el agua de mar es casi inevitable, pero son terriblemente perjudiciales para un tatuaje recién hecho.
    Si un tatuaje se mantiene húmedo por mucho tiempo en su proceso de curación, puede desarrollar lo que se llama “costra blanda”, que impide que el tatuaje termine de cicatrizar correctamente. Además, esto puede alargar el proceso de curación.
    A su vez, el agua de mar es completamente abrasivo y dañino para el tatuaje. Hay muchas personas que creen que el agua salada tiene beneficios, pero no para nuestros tatuajes.
    En cambio, en invierno, a menos que se trate de un nadador, solo nos exponemos al agua al entrar al baño, lo cual da cierta garantía de que todo esto no suceda.


Algunos contras

Sin embargo, se pueden presentar algunas situaciones que no son del todo recomendables cuando se trata de los tatuajes con bajas temperaturas.

  • Hay más roces. Al utilizar más ropa, los roces se vuelven inevitables y esto, bien sabemos, es algo para poner alerta.
    Al tener más contacto con la ropa, se pueden producir más picazón, apertura de las heridas e incluso infecciones.
    Por eso se recomienda usar ropa de algodón y, siempre que se pueda, se mantenga en descubierto el tatuaje para favorecer su oxigenación.

  • Mayor resequedad en la piel. En los meses de frío, se recomienda hidratar mucho más la piel, ya que tiende a estar más reseca y por ello a cortarse.
    Recuérdale a tu cliente la importancia del cuidado también antes de la sesión, porque de lo contrario podrás producir graves heridas al pasar las agujas.
    Es indispensable trabajar sobre una piel hidratada y que se mantengan estos mismos cuidados de manera posterior a la sesión.

  • Disminución en la hidratación. De la mano con lo anterior, uno de los factores que afectan a la resequedad es la ingesta de agua.
    Las altas temperaturas pueden ayudar a que se tome agua con más frecuencia, mientras que en invierno esto no se da así.


Entonces, ¿cuál es la mejor época para tatuar?

Si bien hemos detallado algunas contras que existen al momento de tatuar en invierno, lo cierto es que son mucho más los beneficios.

Las probabilidades de riesgos suelen bajar notoriamente en comparación con el verano, donde los descuidos suelen ser más propensos.

Sin embargo, hay que tomar ciertos recaudos y no confiarse del todo.

Por esto, la clave está en que tú, como artista, sepas cuáles son los procesos de curación para guiar a tu cliente con las mejores recomendaciones.

Recuerda que en invierno la piel está más reseca, por lo que se vuelve fundamental que tanto tu cliente como tú hidratéis la zona a tatuar.

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