El mundo del tatuaje… ¿Arte o negocio?

El mundo del tatuaje… ¿Arte o negocio?

La alternativa moderna que monetiza tu talento

05 Septiembre 2023

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El mundo del tatuaje es realmente muy amplio. Las técnicas, los colores, las formas, el dibujo… Todo pareciera conectarse con algo artístico.

Pero nos preguntamos ¿El tatuaje es simplemente un oficio o existe alguna motivación más? ¿Se puede considerar la cultura del tatuaje en el arte?

Y lo más importante ¿Un tatuador es un artista? Respondemos todo aquí.

Empecemos por la gran pregunta ¿qué es el arte?

Esta es una pregunta que tiene muchas respuestas y quizás muchas de ellas sean acertadas. El problema a qué llamar arte y qué no es un problema de índole estético que tiene lugar desde hace mucho tiempo.

Según el diccionario, el arte se define como

“Cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos”.

Teniendo en cuenta esto, ¿podríamos llegar a pensar que el tatuaje se puede incluir en este grupo? Seguramente muchos responderán que sí y te pasamos a comentar por qué.

Cuando reflexionamos sobre obras artísticas, probablemente las primeras relaciones que hagamos sean pinturas, esculturas, obras musicales, teatrales, y las imaginemos dentro de los museos o teatros.

Por una cuestión de cánones sociales, históricamente las obras de arte siempre han sido consideradas como piezas a preservar, ligadas casi a algo de elite.

Pero desde hace muchos años esto se fue desdoblando y rompiendo para considerar de manera distinta estas relaciones y preguntar qué otras cosas podrían ser arte y por qué.

En una sociedad que ha estado tan ocupada por los movimientos artísticos y por asimilar nuevas ideas sobre el arte y su comercialización, ¿por qué ahora no pensar en los tatuajes como expresión artística?

Algo artístico se puede definir de muchas maneras, pero si hay algo en lo que sí podemos coincidir es que la base y el fin en sí mismo del arte, es ser una expresión.

¿Ser tatuador es lo mismo que ser artista?

tatuador tatuando un diseño en el pecho de un hombre

Para responder esta pregunta tan controversial, podríamos empezar con ¿Qué es ser artista? Y ¿Qué es ser tatuador?

Si nos basamos en el diccionario, la definición de artista se refiere a alguien que piensa, crea o produce una obra artística.

Muchos tatuadores antes de dedicarse a este oficio, en realidad primero fueron pintores, dibujantes, diseñadores gráficos e incluso grafiteros. Mientras que algunos siempre quisieron ser tatuadores, otros tuvieron caminos más dispares hasta llegar a serlo.

Incluso muchos no dejan de ser una cosa para pasar a ser otra, sino que siguen incursionando en ambos mundos a modo de complemento.

La pregunta de cuándo una obra de arte es considerada como tal es algo bastante extenso para debatir. Pero parece quedar bastante claro que estas ramas del campo visual y plástico son o podrían ser tomadas como obras artísticas.

Entonces podríamos decir que a esta altura no es tan desacertado pensar al tatuador como un artista. Se pueden ser las dos cosas en simultáneo, de hecho hay quienes creen que una cosa es inseparable de la otra.

Si bien hay muchos tatuadores que, por razones diferentes, dedican su tiempo solamente al oficio y no buscan más que eso, por el contrario, hay quienes además de querer vivir de esto, tienen una búsqueda personal en sus diseños y pretenden distinguirse de alguna forma.

Esto es lo que llamamos el estilo del tatuador. La decisión de ir a tatuarse con una y no con otra persona depende también de qué estilo se quiera llevar en la piel, y en este sentido, hay quienes buscan ser el lienzo del artista tatuador y prestarle su cuerpo para portar sus obras.

¿Qué ofrece el tatuador?

Si entendemos el tatuaje como un arte, podemos pensar cómo es esta creación y qué particularidades tiene.

En este caso, la pieza artística tiene algo que la diferencia de otras: su lienzo no es un objeto, su lienzo es una persona.

Aquí existe un intercambio en donde la relación entre tatuador y tatuado se vuelve más estrecha, es una combinación entre lo que busca el tatuador y lo que quiere el tatuado.

Entonces, para responder la pregunta ¿qué ofrece el tatuador? Podríamos decir que ofrece su conocimiento, sus herramientas, sus habilidades artísticas y creativas, pero sobre todo, su tiempo dedicado al cliente.

Tatuadora tatuando un diseño en el brazo de un hombre

Y aquí entramos en otro tema que ronda a todas las obras de arte y es que los artistas dejan parte de su vida en cada obra. ¿Es apropiado cobrar por eso?

Combinar arte y negocio a veces es algo que se opina de mala manera, pero la realidad es que el comercio del arte, de alguna u otra forma, siempre se ha dado en la historia.

Dedicar tanto tiempo a algo puede resultar desgastante y ponerle un valor al trabajo es parte de cuidarlo, comprenderlo y preservarlo.

Si está bien o mal cobrar por algo, realmente no podemos determinarlo, pero sí podemos entender que además de un arte es justamente un oficio, del cual se puede vivir y trabajar.

A veces combinar lo que uno quisiera hacer con las necesidades del comercio o del cliente cuesta, pero es importante entender que todo va a su tiempo, dependiendo de los ritmos y necesidades de cada persona.

Aunque por momentos resulte difícil ponerle un precio al esfuerzo, alentamos a todos los tatuadores a que valoren su trabajo, teniendo siempre un criterio de autocrítica y realidad.

Las máquinas, los equipos, la instrumentación, las tintas y el lugar que uno dispone valen, pero sobre todo vale el tiempo que cada uno le haya dedicado a conseguirlos. Valen las horas de práctica y el camino recorrido.

Por eso, si quieres saber más, puedes consultar nuestra nota ¿Cuál es el sueldo de un tatuador? donde te contamos todo lo que necesitas saber y despejar cualquier duda.

¿El tatuaje es negocio y arte a la vez?

El mundo del tatuaje es realmente apasionante, y es un arte que habla de muchas culturas y sociedades, incluso tiene una marca en la historia, no solamente en las pieles.

El tatuaje es arte, expresión y pasión, y, aunque puedan existir casos en donde el tatuador solo busque la mayor monetización posible y que el tatuaje sea solo su fuente de ingresos, hay quienes lo piensan de una manera distinta.

Pero ninguna es mejor que la otra. No podríamos determinar qué está bien y qué está mal, ya que los caminos son muy personales y muy dispares. De todas formas, tener vocación por el arte de esta profesión sí que puede ayudar a ejercerla con mayor paciencia y dedicación.

Aun así, su comercialización no le quita su valor como expresión artística, ya que es una forma de sobrevivir y subsistir tanto a las necesidades del mercado como a las personales.

Al final, cada quien le da su propio uso.


Lo bueno es que, con tanta demanda en ascenso, el tatuaje nunca dejará de ser una de las opciones más rentables para monetizar tu arte. Así que, si todavía te estás pensando dedicarte a esta profesión, igual te interesa echarle un vistazo a nuestros cursos completos de tatuaje, donde puedes aprender cómo convertir tu pasión en una fuente de ingreso estable.

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