Los tatuajes, ¿afectan el sistema inmune?

Mitos y verdades

20/6/2022

Se dice que llevar tatuajes puede repercutir en el sistema inmune, pero ¿qué dice la ciencia?

Hay todo tipo de debate respecto de sí los tatuajes afectan o no en la salud de las personas. A lo largo de los años se han realizado muchos estudios para comprobar estas teorías y la realidad es que se ha llegado a opiniones diferentes. Te comentamos a continuación.

Riesgos a la hora de tatuarse

En principio debemos remarcar que es muy importante tomar todas las precauciones sanitarias posibles a la hora de realizar los tatuajes: decidir bien con quién lo queremos realizar y asegurarnos de que los instrumentos estén correctamente esterilizados.

Así como también procurar seguir detalladamente los procedimientos de curación posteriores.

La mayoría de las complicaciones graves suceden a raíz de un mal empleo de las agujas, una mala cicatrización que puede producir infecciones, hipersensibilidad retardada o incluso generar reacciones tóxico-alérgicas difíciles de tratar a causa de la aplicación de algunas tintas o colores.

Como por ejemplo los tatuajes con tinta roja que pueden contener en su composición varios metales como el titanio, aluminio, silicio, mercurio, hierro o cadmio.

Existen diversas investigaciones respecto del efecto que producen las tintas en las pieles e incluso en todo el resto del organismo.

Una investigación publicada por la revista Scientific Reports llevada adelante por un grupo de científicos alemanes y franceses, afirma que los pigmentos y los metales pesados pueden viajar por el cuerpo hasta los ganglios linfáticos produciendo inflamaciones o incluso tiñéndolos del mismo color, por lo que podrían poner trabas al sistema inmunitario.

Es por esto que no es recomendable realizarse tatuajes si se tiene alguna enfermedad ligada a la coagulación de la sangre, como por ejemplo hemofilia, o si se está siguiendo algún tratamiento anticoagulante o quimioterapia.

Sin embargo, la composición química de las Tintas de Tatuaje es muy variada, pudiendo contener tanto elementos orgánicos como metales pesados perjudiciales (níquel, cromo, magnesio o el cobalto son algunos de ellos). Vamos a distinguirlas en dos:

  • Tintas negras. Su principio activo es el carbón y son las más comunes. Estas se vienen utilizando hace más de 4 000 años y hasta el momento no se han detectado problemas graves en el sistema.
  • Tintas de color. Antiguamente, se elaboraban con materiales pesados, pero desde hace varias décadas se fueron sustituyendo por colorantes sintéticos menos nocivos.

Garantizar que las tintas no contengan componentes tóxicos ha sido uno de los puntos a tener en cuenta por la Comisión Europea a la hora de publicar un informe sobre los posibles peligros.

Y si bien en hoy día existen en el mercado tintas homologadas para asegurar que no contengan ninguna sustancia tóxica o nociva para el cuerpo humano, no todas las que se encuentran en el mercado están verificadas y esto genera un problema a la hora de poder elegirlas correctamente.

Además, otro de los recaudos a tomar es que al poseer tatuajes algunas resonancias magnéticas podrían causar algún efecto no deseado, de igual manera que la práctica para borrado con láser.

Supuestos beneficios por poseer tatuajes

fotografía de brazos tatuados

Por el contrario, al parecer con el correr del tiempo el cuerpo va aprendiendo a defenderse por sí mismo ante el objeto extraño, en este caso la tinta, pudiendo estimular una mayor resistencia para evitar una infección y así el sistema inmunitario se fortalece gracias al esfuerzo que hace para combatirla.

Según afirmaciones, después de producido el estrés por las agujas, el cuerpo regresa a un equilibrio aumentando las probabilidades de inmunización.

Esto se da porque posteriormente a la realización del tatuaje, el cuerpo se encuentra a la defensiva, tratando de asimilar ese nuevo material extraño que ingresó, pero pasado este período, este se encuentra con nuevas defensas y mejor preparado.

Además, realizarse tatuajes reduciría los niveles de cortisol que es la hormona del estrés, por lo que tener múltiples tatuajes evitaría algunos perjuicios físicos y mentales producidos por ella.

Conclusión

Si bien existen riesgos a la hora de realizarse un tatuaje, es cierto que siempre que se produzca un “daño” a la piel también existe la probabilidad de que algo no salga bien o como esperábamos.

Hasta el momento no se han descubierto a ciencia exacta problemas graves producto de la práctica del tatuaje en sí, sino que las complicaciones surgen a partir de factores externos, como lo son los malos cuidados, las malas cicatrizaciones o posibles alergias no detectadas previamente.

Queremos que nos cuentes tu experiencia, ¿has tenido algún inconveniente? ¿Qué opinas al respecto?

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