¿Cómo decir que no a un tatuaje que no quieres hacer?

Los diseños de tatuaje más rechazados y consejos para saber decir que no

14/7/2023

Rechazar a un cliente y dejar de lado un trabajo puede ser una de las situaciones más difíciles de afrontar siendo profesional del tatuaje. Para muchos, poner un límite puede ser algo sencillo, pero para otros esto puede convertirse en un gran desafío.

Quizás has escuchado que un “buen profesional” tiene que mostrarse complaciente y siempre disponible ante cualquier cliente, pero en algunas situaciones puede que exista la necesidad de rechazarlos, por diferentes motivos.

Decir que no es un tema que habitualmente no se habla y es crucial poder debatirlo entre colegas.

Al tatuar ofreces un servicio, pero que tiene sus limitaciones, y en esta profesión poder identificar qué es lo que te gusta hacer, qué es lo que está a tu alcance y qué no, es indispensable.

Decir que “no” puede ser muy incómodo, pero no debe asustarte. Aquí te daremos algunos consejos para poder afrontar la situación de manera respetuosa, así que ¡adelante!


La importancia de decir que ‘no’ siendo tatuador

Como tatuador, no estás obligado a aceptar todos los diseños de tatuajes que se te presenten. Es importante que te sientas cómodo y seguro con lo que vayas a tatuar, ya que tu nombre y reputación están asociados a tu trabajo.

Muchos tienen la creencia de que siempre hay que tratar de complacer al cliente sin importar mucho lo demás, y esto es un error.

Tratar de quedar bien todo el tiempo siempre conduce al efecto contrario: a la larga o a la corta produce un gran rechazo.

Es imposible poder agradar a todo el mundo y con esto, es imposible que puedas hacer todos los tatuajes del mundo.

Decir que no, en realidad, es dejar mucho más en claro cuáles son los valores que te definen y qué habilidades puedes ofrecer.

Hacer este ejercicio de selección es lo que te hace crecer como profesional porque poco a poco vas formando tu estilo y tu personalidad a la hora de trabajar.

Sin embargo, cuando recién comienzas esto se puede volver algo más complicado porque tu objetivo es aprender lo máximo posible y es muy probable que no quieras dejar pasar la oportunidad de tatuar todas las piezas que te soliciten.

Pero tienes que saber que, tengas la experiencia que tengas, si no te sientes cómodo con un tatuaje, siempre puedes decir que no.

Los motivos por los cuales puedes rechazarlos son muchos, desde diseños con contenido ofensivo, tatuajes que no te representan en tu sello personal o estilos y técnicas que no sabes dominar.

Sea cual sea la situación, es mejor decidir con honestidad y evaluar si está dentro de tus posibilidades poder hacerlos o no.

Pero repasemos algunas situaciones frecuentes en las que muchos tatuadores suelen decir que no.


Diseños que los tatuadores suelen rechazar

Si bien las preferencias y límites pueden variar de una persona a otra, hay ciertas situaciones que lamentablemente te pueden llevar a rechazar un trabajo. Algunos ejemplos comunes incluyen:


1- Contenido ofensivo o inapropiado.

Muchas personas se niegan a tatuar imágenes o palabras que sean discriminatorias, racistas, sexistas, violentas o que puedan generar odio. Estos diseños van en contra de los valores personales y pueden causar controversias sociales y hasta problemas legales.

Ningún derecho debería verse vulnerado ni burlado con los diseños de tatuajes, por lo que hablaría bien de ti si los rechazas. Recuerda que no estás obligado a complacer a todo el mundo, a veces rechazar un diseño es preservar tu integridad y tu trabajo.


2- Copias exactas de trabajos de otros artistas.

Respetar la integridad artística de colegas es uno de los pilares más sagrados de esta profesión y es importante que te niegues a copiar exactamente el trabajo de otra persona sin su consentimiento.

Puedes, en cambio, sugerir modificaciones o crear un diseño original basado en la idea del cliente. Nunca copies al trabajo de otro, eso no solo hablará muy mal de ti, sino que además podrás caer en problemas legales por temas de copyright y copycat.

Sé prudente y no hagas lo que no te gustaría que hicieran contigo.


3- Tatuajes en zonas con mucho riesgo.

Algunas áreas del cuerpo pueden ser altamente peligrosas para tatuar y no cualquier persona lo puede lograr. Como por ejemplo los tatuajes en los párpados, en la lengua, en la zona de los genitales y hasta los tatuajes oculares.

Este tipo de trabajos debe ser realizado exclusivamente por personas especializadas e instruidas. Bajo ninguna circunstancia deben hacerlo personas con poca experiencia porque pueden producir graves heridas que deriven en problemas en la salud.

El tatuaje debe tomarse con la seriedad y la responsabilidad que corresponde. Si un cliente acude a ti para realizarse alguno de estos trabajos, con sinceridad chequea tus habilidades, tu instrucción en el tema y tu experiencia y replantéate seriamente si puedes o no hacerlo.

Nunca te lances a hacer algo de lo que no estás seguro y no juegues con el cuerpo de otra persona.


4- Diseños fuera de su especialidad.

De la mano de lo anterior, es imprescindible remarcar que cada quien tiene su propio estilo y especialidad.

Algunos pueden ser expertos en Realismo, mientras que otros prefieren el estilo Tradicional, el Geométrico, el Oriental, etc. Si no te sientes con la confianza y los conocimientos suficientes para abordar un estilo en particular, es mejor que digas que no.

Como te adelantábamos en la nota Estilos no recomendados para principiantes, hay técnicas como el Realismo que demandan muchísimo conocimiento y no son para principiantes, por eso conviene que poco a poco vayas formando tu estilo propio en tatuajes y con esto te especialices en un tipo de trabajo.

Verás que un buen tatuador no necesita ser un experto en todas las áreas, a veces es mejor escoger una y dedicar todo tu tiempo en especializarte y perfeccionarte en ella.

Recuerda una regla universal, pero muy útil: el que mucho abarca, poco aprieta.


Formas de decir que no sin ser ofensivo

1- Sé honesto, pero amable.

Explica tu posición de manera clara y educada. Sea la situación que sea, no hace falta perder el respeto para plantear tu posición.

Puedes decir algo como: "Aprecio que me hayas considerado para tu tatuaje, pero después de revisar el diseño, no creo que yo pueda resolverlo de la mejor manera".

2- Explica tus limitaciones.

Si tienes restricciones en cuanto a los estilos de tatuaje o si hay ciertos diseños con los que no te sientes cómodo, puedes mencionar estos límites. ¡No hay ningún problema con ello!

Por ejemplo, podrías decir: "Me especializo en otros estilos, y no creo que pueda llegar a hacer este diseño de la mejor manera. Creo que sería mejor buscar a otro tatuador que tenga más experiencia en ese estilo".


3- Ofrece alternativas.

Si es posible, sugiere otras opciones para que el cliente pueda encontrar a alguien más capacitado. Este punto es clave, ya que no solo quedarás bien con él, sino también con tus colegas. Entender tus limitaciones es crucial.


4- Señala la importancia de la conexión entre el artista y el cliente.

Puedes explicar que es fundamental que el cliente se sienta cómodo con el tatuador y que ambos compartan la visión artística.

Un tatuaje es una expresión muy personal y si no te sientes representado ni entusiasmado con el diseño, es probable que eso el cliente lo note, entonces es mejor dar un paso al costado y ofrecer otras alternativas.

Estos son algunos de los consejos que te pueden ser útiles, pero ten en cuenta que el camino siempre es personal y las situaciones pueden variar y mucho, por lo que tendrás que inventar tus propias formas en más de una ocasión.

Recuerda ser responsable y respetuoso a la hora de rechazar a un cliente y nunca dejes de ofrecer otras alternativas en caso de que lo creas pertinente.


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